miércoles, 30 de diciembre de 2009

En Colombia, el que mejor enseña a hacer cuentos es barranquillero

Nota publicada en El Heraldo, sección Cultura, el día 30 de diciembre del 2009

En Colombia, el que mejor enseña a hacer cuentos es barranquillero


Entre sus publicaciones se destacan ‘Mi sombra no es para mí’ (poemas 1998) y ‘Cuesta trabajo’ (poemas 2006). Foto: Aleidys Coll

Por Martha Guarín R.

Antonio Silvera es de esas personas que cuando de figurar se trata se hace a un lado para no salir en la fotografía.

Pero ahora no ha podido esquivarse porque ha sido escogido como el mejor profesor de literatura de los talleres ‘Renata’, que se realizan en Colombia para enseñar a otros a hacer cuentos.

Mira la cámara pero no es fácil sacarle una sonrisa, no obstante destila placidez. Sostiene un libro en sus manos y está frente a su biblioteca.

Es que Silvera da el frente y todos los días da la lucha para que cada vez más estudiantes se interesen por la literatura en las aulas de la Universidad del Atlántico o en el Experimental, el mejor colegio del Caribe 2009, según el Icfes.

Y para variar, los sábados durante cinco horas dirige desde hace cuatro años un taller donde enseña a otros a hacer cuentos.

Allí tiene alumnos entre los 16 y 60 años. Algunos han leído a Faulkner y a otros hay que corregirles ortografía. Pero eso no le preocupa “La variedad enriquece el proceso. En principio me interesa la historia, después la forma y luego los detalles”, explica.

Además de motivarlos a leer, a analizar y a escribir debe conseguir patrocinadores para que ese taller liteario, que lleva el nombre de ‘José Félix Fuenmayor’ responda en su desarrollo académico a los parámetros trazados por la Red de Escritura Creativa , ‘Renata’, del área de literatura del Ministerio de Cultura.

En esencia, con respecto su misión es enseñar a hacer cuentos, lo ha logrado en forma meritoria. Ha sido escogido a nivel nacional, entre 33 talleristas, como el mejor de Colombia.

Para Silvera estimular la narración entre su disímil grupo de estudiantes le ha significado hasta tener que sembrar en ellos valores como compromiso, trabajo y conciencia.

A él le sorprende que la mayoría piense que escribir un cuento es asunto fácil. Sin embargo los entiende y es explica que un escritor no surge de la nada, que no todo surge de la inspiración, que hay que estudiar a los escritores a nivel local, nacional, mundial, siempre buscando objetivos particulares como personajes, espacio, estilo.

“Un cuento es bueno —lo ha dicho Édgar Allán Poe—cuando es capaz de mantener la atención del lector y lo mantiene en expectativa, a medida que va leyendo”, apunta Silvera, quien es corrector editorial en la Universidad Simón Bolívar.

Otros paradigmas a los que se enfrenta con el alumnado es la creencia de los minicuentos, como están de moda, son de fácil elaboración. Además, tiene que librar batallas con el ego. Muchos no admiten la crítica y se nota en la deserción.

En los talleres no solo Silvera tiene la palabra. De manera continúa escritores de renombre de todo el país dan pautas. En ese proceso han estado entre otros: Margarita Posada, Naum Month y José Zuleta, premio nacional de cuento Mincultura 2009.

No todo es cuento. Silvera también ha tenido que tocar puertas echando el cuento sobre la importancia de este programa con el apenas logró en sus inicios una remuneración simbólica.

Gestionó con éxito apoyos de Comfamiliar y luego con la Subgerencia Cultural del Banco de la República para tener un espacio donde dictar sus clases. También consiguió respaldos de la Secretaría Distrital de Cultura para llevar a los talleristas a los barrios populares para hablar acerca de El ‘tuerto’ López, Candelario Obeso o Héctor Rojas Herazo.

Y con La Cueva, que tiene el programa ‘La literatura pinta bien’, logró que admitieran en la mesa principal a sus pupilos Por tanto, ellos han referido sus experiencias literarias en los municipios del Atlántico en sesiones en las que han estado grandes como Santiago Gamboa hasta Evelio Rosero.

Además, gestionó la publicación de los cuentos de su primer grupo de talleristas. Pero este cuento no ha terminado. Silvera espera en 2010 más alumnos y más retos por cumplir.


Realista y fantástico

Más que echar cuentos, en el buen sentido literario, o escribirlos, Antonio Silvera es ante todo un hombre de poesía. Educado en el colegio Salesiano de San Roque, inicialmente estudió cuatro semestres de Derecho pero finalizó con literartura en la Universidad Nacional de Colombia. Fue Mención de Honor año 2000 del Concurso Nacional de Cuento de la Universidad Metropolitana. Ha publicado tres poemarios y tiene listos varios libros de cuentos y otros en proceso. Su escritura navega entre lo realista y lo fantástico.


sábado, 26 de diciembre de 2009

Cuentos en la revista Cambio

Me place informarles que ya fue publicado el número de la revista Cambio dedicado a los autores de RENATA, "Para leer en vacaciones". Entre los 18 cuentos seleccionados, se encuentran el de la tallerista Claudia Lama Andonie y el de José Luis Carrillo, integrante del taller que se lleva a cabo en la Cárcel del Bosque.


sábado, 19 de diciembre de 2009

Premio 'Mejor taller RENATA 2009'


Un costeño echó el mejor cuento


El Barranquillero Antonio Silvera fue seleccionado por el Ministerio de Cultura como el mejor director de los talleres de Renata realizados en el 2009.

Bogotá, diciembre de 2009. Con el fin de analizar los avances de la Red de Escritura Creativa, Renata, el Área de Literatura del Ministerio de Cultura calificó los 33 talleres de escritura del 2009, que vincularon a más de 400 personas en todo el país.

“El trabajo de evaluación, realizado por los jurados, se planteó como un espacio de reflexión destinado a diagnosticar fortalezas y debilidades, plantear sugerencias encaminadas a mejorar los talleres y resaltar aspectos que podrían ser útiles o replicados en los demás”, afirmó Melba Escobar, asesora del Área de Literatura del Ministerio de Cultura.

domingo, 22 de noviembre de 2009

VISITA DE ANTONIO GARCÍA ÁNGEL

Por Antonio Silvera Arenas

La segunda visita del escritor asociado de la Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa (RENATA) al Taller, los días 6 y 7 de noviembre, significó la grata oportunidad de conocer a Antonio García Ángel, el tercero de los tutores con los que ha contado nuestro taller a lo largo de sus tres años de asistencia. García completa así un trío de magníficos escritores con los que hemos tenido la fortuna de aprender, compartir y departir. En 2007, esa labor había sido cumplida por Ramón Illán Bacca, a quien sucedió, con méritos indiscutibles, Cristian Valencia hasta el mes de agosto pasado y, ahora, Antonio. Ramón nos enseñó, entre otras muchas cosas, el hilo tan sutil que diferencia la crónica de la ficción, rememorando la forma como el protagonista de su cuento "El espía inglés" había surgido de una investigación más o menos frustrada sobre la presencia del escritor inglés —y al parecer también espía— Alfred Manson, en la Cartagena de los días de la Primera Guerra Mundial.

Precisamente, la solución de Ramón a la inquietud sobre: ¿qué hacía un espía inglés en la Cartagena de aquel periodo?, sólo pudo resolverse mediante ese juego ficcional del relato que da título a su tercer volumen de cuentos. Y con esta solución, el escritor samario confirma la idea que Antonio García Ángel propusiera con respecto a la relación entre novela e historia, pues, según la disertación de este último, presentada ante un grupo de estudiantes del Instituto Experimental del Atlántico y de La Normal "La Hacienda" en el Teatro "Amira De la Rosa", la literatura cumple la función de llenar los baches de humanidad y humanismo que va dejando la historia en su afán de registrar objetivamente los sucesos primordiales de las distintas sociedades y culturas.

A esa disertación, llevada a cabo en la mañana del 6 de noviembre, se sumó la visita al Establecimineto Penitenciario de Barranquilla, donde tuvimos la oprtunidad de presentar el libro Fugas de tinta, antología de textos elaborados en el marco del proyecto "Libertad bajo palabra", que lidera muy diligentemente el poeta y cuentista caleño José Zuleta. Como coordinador de este proyecto en Barranquilla, debo decir que más que enseñar he aprendido a liberarme de prejuicios respecto a las personas que deben sufrir la dura experiencia del presidio. Eso fue lo que manifesté entonces al entregarle a cada uno de los integrantes del taller un certificado de su participación y, en particular, el libro, a los cuatro autores recluidos en la prisión de El Bosque que fueron seleccionados: Benjamín Cardenas, José Luis Carrillo, Karin Diabb y Ricardo Álvarez. También nos acompañó entonces el periodista Walter Hernández, en cumplimiento de un trabajo radial que será emitido en próximas días y algunos apartes del cual trataremos de presentar próximamente en la propia voz de los autores.

Pero, para el Taller Literario "José Félix Fuenmayor", lo más específicmente enriqucedor fue la jornada del sábado, que aparte del examen minucioso de los textos de nuestros talleristas por parte de García Ángel, contó con otra iluminadora disertación suya sobre la diferencia entre narración y focalización. Creo que los aportes de Antonio, como antes los de Cristian y los de Ramón, a quienes reconocemos sus libras de arena en el primer lugar obtenido en el Concurso Mejor Taller RENATA 2009, redundarán en la formación de los talleristas que han tenido la oportunidad de compartir con ellos su saber y su experiencia.

viernes, 16 de octubre de 2009

Médico a domicilio

Como más vale tarde que nunca, reanudamos con la publicación de esta entretenida bitácora de la sesión correspondiente a la visita de Cristian Valencia, el pasado 8 de agosto, el registro de las actividades semanales de nuestro taller.


Por Mayra Mola Bandera
Cristian Valencia llegó a la ocho en punto ni un minuto más ni uno menos; pero la romería alcanzó su cenit dos horas después. Primero, llegaron los que dieron tres saltos mortales para asistir; luego, desinformados, quienes no sabían dónde era el acontecimiento; después, los que no podían con el guayabo; más tarde, los que tenían el reloj atrasado y en contra de los cuales el universo conspira; sin contar con los asistentes, apellido Miranda, que todo lo apuntan y nunca muestran nada propio. Hasta que la mesa ya no pudo más, y hubo que auxiliarla con otras dos.

El cuadro me recordaba a la última cena, y realmente lo era, pues pasaríamos quince días de hambre.

Entonces, con un poco más de público, aquel hombre aún desconocido para algunos, se presentó. Dijo que no era de allá si no de acá, que estaba feliz de volver, que el Taller era lo máximo, que el nivel era muy alto, en fin. Todo lo que la república independiente de Renata sabe. Uno que otro asistente se sintió intimidado ante semejante declaración, otros no se sorprendieron tanto. Así que la mañana se llenó de cyber semblanzas, gatitos en apuros, autobuses salvajes, personajes con nombres de telenovela mexicana, suegras inmamables, poesías bien garrapateadas, cortas conversaciones telefónicas, pero por sobre todo de fútbol. Y no podían faltar las fotos para la prensa internacional.

En el intermedio, Cristian se retiró a meditar, a fumar, a aguantar calor y a comer, ¡y de qué forma!

Después del almuerzo, ya era muy tarde para impresionarlo más, ya el diagnóstico estaba listo: “el manejo del dialogo”. De manera discreta y muy general, nos recomendó altas dosis de Truman Capote; fotocopia en mano, nos dimos cuenta de lo que significa el realismo en un diálogo.

Personalmente, siento que al usarlo en mis textos escribo un cuasi dramatizado, para un acto cívico de la escuelita de doña Rita y que mis personajes son interpretados por un montón de mocosos tímidos y olvidadizos. Pero con todo ese ruido en el restaurante donde los personajes de Capote departían, ya la cosa cambia. Así que los rusos nos heredaron, y desde hace mucho, las tres líneas de acción para darle realismo a los diálogos y solo hasta el sábado ocho de agosto del dos mil nueve me enteré.

Estoy segura de que a mis compañeros les quedó tan claro como a mí que nadie es infalible y aunque llevemos tres mil años asistiendo a este magnifico taller literario, no podemos decir que nuestra obra es perfecta y que somos la maravilla en patineta a la hora de escribir. Recordemos que esto es uno por ciento de inspiración y noventa y nueve por ciento de sudor.
Luego de esta valiosa vitamina, Médico a Domicilio prosiguió con los casos de la tarde.

Tal vez fue la mazamorra de maíz verde pero no pude entender ni decir nada. Había gente que salía del agua y se perdía en el paraíso. Y con tanta llamada ya no podía oír a los perros ladrar. En todo caso, Cristian seguía recetando a cada quien lo que le correspondía:

• Una inyección de Música para camaleones.
• Un baño con la espuma de los días.
• El antihistamínico de “Frank Sinatra está resfriado”.
• Y, en los casos más graves, ataúdes hechos a mano.

Cuando pasó un poco mi indigestión, pude captar la belleza europea de Ulla Jensen, el sorprendente thriller psicológico del portón, lo sub real de Sami entre otras cosas. De golpe, el cielo se nubló y después de un señor aguacero, el arroyo de Katia de la cruz, se los llevó a todos.
Durante el siguiente sábado, mientras trataba infructuosamente de rellenar el vacío que quedó en mi horario, imaginaba al profesor Antonino metido en la nevera, escuchando a esos cachaquitos hablar calmadamente y concluí que debió extrañarnos mucho.

domingo, 6 de septiembre de 2009

REGISTRO DE TRES EVENTOS




El pasado sábado, 5 de septiembre, se llevó a cabo en Lunabril la segunda sesión de Así es el cuento... Esta vez el tema tratado fue la vida cotidiana y contó con la participación de Claudia Lama Andonie, quien leyó su cuento "Maniobras en la acera", una particular experiencia amorosa contada con humor sutil; Rosa Peñaranda, autora del nostálgico y conmovedor retrato de la niña "Delfina Cassiani" y Katia De la Cruz, que participó con "La última vez", memoria de un interrumpido paseo familiar, que puede entenderse como un adiós a la inocencia. Fue una jornada muy agradable, en la que se hizo manifiesta la atenta disposición del público, no precisamente numeroso pero sí selecto. Aunque un poco atrasado, adjuntamos aquí el afiche elaborado para la ocasión.


También el pasado 3 de septiembre, se llevó a cabo, en la población de Luruaco la sesión # 12 de la "Literatura pinta bien", programa de la Fundación La Cueva que se viene realizando desde el segundo semestre del año pasado y en el que participan dos miembros de nuestro taller. Esta vez, junto al escritor invitado, Antonio García, escritor asociado de RENATA, leyeron sus trabajos María Margarita Rojas y Christian Barandica Ruiz. Los tres textos fueron muy bien acogidos por los niños que los recrearon con sus dibujos en la radiante mañana de Luruaco.



Por último, anunciamos el inicio del segundo ciclo del programa "Literatura también es cultura", que con el apoyo de la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla, tendrá lugar en la Biblioteca Papula La Paz, el próximo martes 8 de septiembre. El primer conversatorio, titulado "La noche oscura de Candelario Obeso", se centrará en la principal obra del autor de Mompox, merecidamente homenajeado por el Ministerio de Cultura en el presente año.

martes, 11 de agosto de 2009

Cantando las desgracias

Por Antonio José Silvera Arenas


1

En sus primeras Lecciones de Estética, Hegel propone que el arte fue el primero de los tres momentos (los otros dos, en orden sucesivo, son el cristianismo y la razón) que el ser humano ha concebido para expresar el Espíritu (o si se quiere a Dios, con el que el mundo y los seres todos somos uno). Esta afirmación sugiere que existe una primigenia disposición humana hacia la poesía. Esto, claro, si entendemos la poesía como creación, como forma intuitiva (mágica, espontánea) e instintiva (natural) de ‘conocimiento’. (Entre comillas ese conocimiento porque nada hay más ajeno a lo natural y a lo mágico que el saber, entendido como sistema formal de raciocinios que responde a unas leyes rigurosamente estructuradas).

Así, la poesía es el ‘conocimiento’ que se obtiene a flor de piel, de manera sensible, esto es, con la vida misma y sin reflexión. El saber poético, artístico, es, como afirma Nietzsche, entonces, sencillamente el vivir, la voluntad de ser.
La poesía, desde este punto de vista, ha existido desde que el primer ser humano experimentó en sí mismo la vida: cuando supo que vivía. Hecho que debió darse en el mismo momento de sus génesis, si es cierto que nuestra característica distintiva es la conciencia. Y es que entonces nos fue revelado también el límite de la vida: la muerte.

Por la primera revelación, hemos comprendido que somos mientras sentimos, mientras somos estéticos, sensibles y, por la segunda, que ese carácter estético, sensible, se halla sitiado, que estamos permanentemente a punto de acabar.
Pero la poesía, sin desdeñar esa situación, ha dejado a la religión el límite de la existencia y se ha apropiado para sí la vida en toda su extensión: el canto de la vida, que comprende también el sufrimiento, pues, paradójicamente, cuando más se sufre más se siente: más se vive. No resulta así raro que formas poéticas particularmente dolorosas como la elegía, el planto y la tragedia sean en sí los máximos cantos, las más intensas celebraciones de la vida.


lunes, 10 de agosto de 2009

Personajes de novela

Por Ramón Molinares Sarmiento

Los novelistas del Siglo XX podrían dividirse entre los que continúan recurriendo a toda suerte de trucos para hacerle creer al lector que sus personajes son reales y verdaderas las historias que le cuentan, y los que, por otra parte, consideran que el personaje, tal como lo concebía Balzac, ya no tiene razón de existir en un mundo en el que han desaparecido las categorías sociales y morales que lo definían.

Entre los primeros de esta amplísima y arbitraria división podríamos citar a José Eustasio Rivera, a André Malraux, a García Márquez, a Germán Espinosa o a Jairo Mercado; y entre los segundos, a Macedonio Fernández, a Borges, a Milan Kundera, a Óscar Collazos, el autor de Fugas, al Carlos Perozzo de Juego de mentes, y, de manera muy especial, a los creadores del Nouveau Roman, nueva novela francesa. Entre otros, son ellos: Claude Simon, Nathalie Sarraute, Alain Robbe- Grillet y Samuel Beckett.


viernes, 7 de agosto de 2009

A QUIEN INTERESE


Elaborada por: María Margarita Rojas
Sesión del 11 de julio
Tema: Revisión de textos o "escribir es reescribir"
El título evoca las certificaciones comerciales, sin embargo, la sesión de hoy del Taller Literario José Félix Fuenmayor se centró en el empleo de la mayoría de las palabras de la frase enunciada.

Para los talleristas cada encuentro es interesante y, en este caso, todos debíamos pensar en extrapolar ese interés hacia los habitantes de Barranquilla. Nuestro objetivo: captar su atención de tal manera que asistiesen al programa mensual de lectura de cuentos que se llevaría a cabo en Lunabril. Para ello, necesitábamos un nombre llamativo, no muy extenso, preciso, sugestivo, sin matices comerciales y sin lugares comunes.

Las nueve Musas bajaron del Olimpo y cada una de ellas inspiró un nombre: “Échame el cuento”, “El cuento es contigo”, “¿Cuál es tu cuento?, “Cuéntamelo todo”, “Contando el cuento”, “Se me ocurre un cuento”, “¿Tú, qué cuentas?”, “A que no te lo sabes” y “Así es el cuento”. Después de debatir que eran coloquiales, ambiguos, comerciales, escogimos el nombre propuesto por Soraya Romero: “Así es el cuento”.

A diferencia de la entrega de la manzana con el rótulo: “Para la más bella”, la escogencia del título trajo consigo un silencio expresivo y consensual.

El profesor Antonio nos recordó que para el 18 de julio, a las ocho de la noche, se iniciaría este espacio que le faltaba a la ciudad: “Así es el cuento”. La primera jornada abordará una temática muy interesante para el público: el erotismo. Ese día el amor sensual hará de las suyas mediante los cuentos que las Musas junto a Venus y Cupido inspiraron a Mayra Mola, Patricia Lemus y Pedro Lozada. Alberto, tan Cortés como siempre, recordó que él tenía unos minicuentos eróticos para el intermedio.

Las musas serán las encargadas de inspirar a la señorita Fanny Cecilia Martínez en la elaboración y diseño de las invitaciones y a Luis Francisco Alarcón en la grabación del evento. La señora Rosa Peñaranda, por su parte, recomendó que los autores practicaran la lectura en voz alta para que el auditorio pudiese comprender mejor los textos.

El profesor Antonio nos propuso ilustrar la bitácora en el blog del Taller Literario José Félix Fuenmayor con la imagen que corresponde al barco en el cual Jorge Luis Borges realizó un viaje a Francia. Todos estuvimos de acuerdo y se le encargó esta tarea a Claudia Lama.

Luego de leer la relatoría, el profesor nos informó que para el concurso “El mejor taller RENATA”, se deben presentar al menos tres escritos de los talleristas elaborados durante el presente año. Nuestro Taller participará con el cuento “Tatuaje”, escrito por Patricia Lemus, a partir del ejercicio elaborado según el relato original y breve del venezolano Ednodio Quintero. Ante la inquietud de la autora de si era posible concursar con un cuento realizado a partir de la trama de otro, en este caso del cuento de Ednodio Quintero, el profesor Antonio trajo a colación el cuento de Gabriel García Márquez “Un día de éstos”, en el que el autor juega y parodia “Espuma y nada más”, muy divulgado el cuento de Hernando Téllez. La anterior analogía dio pie para las siguientes conclusiones:

• Gabriel García Márquez introduce un nuevo personaje, que es el niño.
• El narrador en “Espuma y nada más” está en primera persona y en el cuento de García Márquez, en tercera.
• En el final del cuento del Nobel de Literatura, la venganza sí se lleva a cabo.

El director del taller nos expresó que el fenómeno citado recibía el nombre de influencia y hoy se conoce como relaciones intertextuales. Por ejemplo, en Moby Dick se referencia el libro de Jonás de la Biblia, así como el poema romántico de Samuel Taylor Coleridge: “La balada del viejo marinero”. En La Eneida de Virgilio, se aprecian las dos obras cumbres de Homero: La Ilíada y La Odisea. Otras relaciones intertextuales se observan en el tema del doble, trabajado por: Poe, Dostoievsky y Borges.

¿A qué escritor no le interesa saber cuál es el cuento que está debajo del suyo? Entonces, a nosotros nos queda la inquietud de establecer las relaciones intertextuales de nuestros cuentos.

Aclarada la duda de la compañera Patricia, el profesor leyó el cuento “Tatuaje”, escrito por ella; luego dio las sugerencias con sus respectivos soportes, de las cuales resaltamos:

• El empleo del pronombre relativo “quien” no es aconsejable en los textos literarios. En su lugar se puede emplear el nombre del personaje o simplemente omitirlo.
• El pronombre relativo “quien” pone una distancia entre el narrador y el personaje, en contraposición a la familiaridad que debe reinar entre ellos.
• El punto y coma casi no se usa en los escritos modernos, en su lugar se escribe el punto.
• En aras de la economía y fluidez verbal se prefiere la forma verbal simple.
• La frase “En este instante” es un lugar común en las narraciones que en muchos casos se puede evitar.
• Si se va a separar el discurso directo de un personaje del discurso del narrador, se debe emplear la coma.
• El lugar del adjetivo en la frase trae consigo cambio de significado, no es lo mismo “mágicas historias” que “historias mágicas”, ni “pobre hombre” que “hombre pobre”.
• En ciertas ocasiones, para hacer más verosímil el cuento, es necesario que el escritor conozca o investigue acerca de lo que va a escribir.
• Es recomendable evitar las repeticiones de palabras. Entonces, ¿se reemplazan por sinónimos? No necesariamente, pues, es necesario tener en cuenta que la sinonimia absoluta no existe. ¿Qué hacer?: Se recomienda repetir la palabra o empelar otra expresión.

Ante un reparo de Alberto, relativo al verbo “cabalgar” como sustituto de hacer el amor, Rosa Peñaranda nos recordó que en el amor la mujer no es la única que cabalga, mediante estos versos de “La casada infiel”, escrita por Federico García Lorca:

Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos
.
A continuación, Mayra Mola nos llevó al pasado mediante la lectura de la bitácora de la jornada anterior.

Mucho interés generaron, enseguida, los minicuentos eróticos de Alberto Cortés, quien leyó siete de sus creaciones. El primero se titula “Boca cuántica”, el cual dio lugar a comentarios como: “¿De quién es la boca?”, “la interpretación depende de la imaginación de cada uno, a mí me parece que es sexo oral”. El autor expresa que, efectivamente, la boca recorre todo el cuerpo de la amada. El segundo cuento “Exorcismo” trajo consigo las siguientes reacciones: “Es un cuento machista”, “Es un cuento inspirado en el padre Alberto”, “El agua bendita no es el semen, es como un spray”, “Se siente una ambigüedad porque yo he estado presente cuando se hacen exorcismos y el padre no se quita la sotana”, “Hay que definir como está ella”, “Él echa agua bendita sobre su cuerpo desnudo”. El tercer cuento fue “La espera”, se sugiere evitar la repetición de “ven, ven porque suena a villancico”. Al director del taller le parece más un minicuento tierno que erótico. El cuarto cuento, “La traición”, fue clasificado como un cuento erótico-chistoso. El quinto, “La apuesta”, tenía como trama una apuesta pérdida de antemano. El penúltimo minicuento, “El parto”, trajo consigo risas pícaras, por ello se dijo que parecía un chiste y se comentó que para mejorarlo se le debía dar color a la bota y al zapato. El último minicuento, “Ruta”, le recuerda a una de las talleristas otro texto literario que ella había escrito.

Se acordó que Alberto sería el telonero en la primera sesión de “Así es el cuento…” con los siguientes minicuentos: “Boca cuántica”, “traición” y “Exorcismo”.

A todos nos genera el interés el leer a los grandes maestros de la literatura erótica, por ello el profesor Antonio nos recomienda los siguientes textos: “Arte de amar”, de Manuel Bandeira; “Oh dulce niña pálida”, de José Asunción Silva; “El libro del buen amor” de Juan Ruiz; “Estival” de Rubén Darío. A propósito de Rubén Darío, el profesor Antonio leyó los siguientes textos: “Lo Fatal” y “Canción de otoño en primavera”.

En la próxima jornada, se mantiene el compromiso de la semblanza para quienes aún no la terminan. Para su realización, el profesor nos vuelve a recordar la lectura de los capítulos xxvi, xxvii y xviii de Moby Dick. El profesor nos sugiere las siguientes ideas: colocarse en el lugar de un niño, un bebé, un borracho o un poeta. Además nos hace una reseña del libro de Enrique Serrano, “De parte de Dios”; en el cual hay semblanzas de personajes religiosos de la historia universal.

Hermes, el de los pies alados, nos trajo, finalmente, estos avisos:

• Nuestro escritor acompañante, Cristian Valencia, aún no está confirmado para el próximo sábado.
• La próxima semana se nos entregarán las fotocopias del cuento “La superviviente” de Marcos Swarz.
• Soraya Romero nos hará llegar los capítulos de Moby Dick a nuestros correos electrónicos.

Más frases para tomar en cuento

Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.
Augusto Monterroso

El novelista no debe alardear. Se es culto y punto. Se es inculto y no hay nada que hacer. Ningún disfraz es valioso. Ni la ignorancia ni la cultura pueden mimetizarse. Emergen solas, cuando menos se les espera. Son autosuficientes.
Héctor Rojas Herazo

A menudo oímos hablar de escritores que se engrandecen con su tema, aunque este parezca harto común. ¿Qué me ocurriría a mí al escribir sobre este leviatán? Inconscientemente mi caligrafía se expande en mayúsculas de letreros. ¡Denme una pluma de cóndor! ¡Denme el cráter del Vesubio como tintero! ¡Sostengan mis brazos, amigos! Porque en el simple acto de escribir mis pensamientos sobre este leviatán, esos pensamientos me agotan, me consumen con la extensión de su envergadura, como si quisieran incluir todo el ámbito de las ciencias y todas las generaciones presentes, pasadas y futuras de ballenas, hombres, mastodontes, con todos los imperios terrestres y del universo entero. ¡Tal es la virtud magnificadora de un tema inmenso y libre! Crecemos con su volumen. Para producir un gran libro hay que elegir un gran tema. Nadie podrá escribir nunca ninguna obra grande y perdurable sobre las pulgas, aunque muchos lo hayan intentado.
Herman Melville, Moby Dick (Cap. CIV)

No debemos olvidar que los grandes maestros de la prosa fueron casi todos poetas, unos públicamente, otros en el secreto de la intimidad, y es lo cierto que la buena prosa se escribe pensando en la poesía. La prosa está en cortés y continua guerra con el verso, y todo su encanto consiste en huir de la poesía y contradecirla: cualquier abstracción ha de ser expresada en tono burlón, como embromando a la poesía, y cada sequedad y cada frialdad de la prosa debe producir a la amable diosa de los versos un interesante desconsuelo; a veces hay aproximaciones y reconciliaciones entre ambos, pero siempre van seguidos de un repentino retroceso y una carcajada.
Friedrich Nietzsche


El que sabe que es profundo se esfuerza en ser claro, el que quiere parecer profundo al vulgo se esfuerza en ser oscuro, pues el vulgo tiene por profundo todo aquello cuyo fondo no alcanza a comprender: ¡es tan miedoso y tan opuesto a meterse en el agua!
Friedrich Nietzsche

No se quiere siempre ser comprendido cuando se escribe; a veces se desea no ser comprendido. Y no hace desmerecer a un libro el que haya alguno a quien parezca incomprensible; quizá entre las intenciones del autor figuró la de no ser comprendido por alguien. Todo ingenio distinguido y dotado de gustos distinguidos elige sus oyentes cuando quiere comunicarse, y al elegirlos se guarda de los demás. Las reglas sutiles del estilo tienen ahí su origen: alejan, crean distancias, prohíben la entrada, al par que abren los oídos de aquellos con quienes tenemos parentesco.
Friedrich Nietzsche

¿Qué es la originalidad? Ver algo que todavía no tiene nombre, que no puede ser denominado, aunque esté delante de todos los ojos. Dada la manera de ser de las gentes, el nombre es lo que hace visibles las cosas. Los hombres originales suelen ser los que dan los nombres.
Friedrich Nietzsche

El poeta que no sea realista va muerto. Pero el poeta que sea solo realista va muerto también. El poeta que sea solo irracional será entendido sólo por su persona y por su amada, y esto es bastante triste. El poeta que sea sólo un racionalista, será entendido hasta por los asnos, y esto es también bastante triste. Para tales ecuaciones, no hay cifras en el tablero, no hay ingredientes decretados por Dios ni por el Diablo, sino que estos dos personajes importantísimos mantienen una lucha dentro de la poesía, y en esta batalla vence uno y vence otro, pero la poesía no puede quedar derrotada.
Pablo Neruda

Yo no creo en la originalidad. Es un fetiche más de nuestra época de vertiginoso derrumbe. Creo en la personalidad a través de cualquier lenguaje, de cualquier forma, de cualquier sentido de la creación artística. Pero la originalidad delirante es una invención moderna y una engañifa electoral.
Pablo Neruda

Creo en la espontaneidad dirigida. Para esto se necesitan reservas que deben estar siempre a disposición del poeta, digamos en su bolsillo, para cualquier emergencia. En primer término, la reserva de observaciones formales, virtuales, de palabras, sonidos o figuras, esas que pasan cerca de uno como abejas. Hay que cazarlas de inmediato y guardarlas en la faltriquera. Yo soy muy perezoso en este sentido, pero sé que estoy dando un buen consejo. Maiakovski tenía una libretica y acudía incesantemente a ella. Existe también la reserva de emociones. ¿Cómo se guardan estas? Teniendo conciencia de ellas cuando se producen. Luego, frente al papel, recordaremos esa conciencia nuestra, más vivamente que la emoción misma.
Pablo Neruda

viernes, 24 de julio de 2009

SEMBLANZAS


(Sesión del 4 de julio)
Elaborada por Mayra Mola Bandera
Tema: Construcción de personajes



Como conclusión anticipada podría decirse que fue una tarde productiva. Se dedico casi en su totalidad a la lectura de los textos y a los comentarios sobre los mismos, de parte de los talleristas. En esta ocasión, el profesor Silvera había sugerido la elaboración de semblanzas para fortalecer la construcción de personajes. El personaje de cada cual debía ser preferiblemente un ser querido o un allegado. Todo esto a partir de un capítulo de la recopilación El libro de las celebraciones, en la que el escritor Juan Manuel Roca describe la genialidad de Alejandro Obregón, cuando se encontrara con él en Cartagena de Indias.

El resultado de este ejercicio se reflejó de buena forma en los escritos de Adela Renowiztky, Patricia Lemus, la autora de estas líneas, Fanny Martínez, Rosa Peñaranda y Luis Mallarino.

El primero, de Adela, titulado “Campanas de boda para Beatriz”, fue un texto de mediana extensión en el que, antes de presentar al personaje principal en situaciones concretas, se le dio una descripción psicológica y unos datos biográficos que, si bien intentaban abarcar su tiempo pasado, presente y futuro, según los asistentes, opacaban el carácter y la participación de este en al historia, a tal punto que al final no se supo si era real o no.

Luego de dichos comentarios, vino la intervención de Patricia, con una semblanza sobre su señora madre. Los comentarios le favorecieron. Se habló de la limpieza y sencillez del texto, que, objetivo y claro, nos dejó una imagen agradable de la mujer. A muchos les llegó una sensación de familiaridad con el personaje, lo que permitió concluir que estaba vivo dentro del escrito.

Enseguida, vino mi turno: “Como Anillo al dedo”, fue el texto que leí. Una vivencia personal relativa a una estafa que, según algunas opiniones, parecía más bien la semblanza de un grupo que de la persona que quise presentar, es decir, del señor Anillo. Otros, por el contrario, encontraron en la actuación de los demás personajes de la historia la oportunidad de conocer más al protagonista. Al final, les pareció que la historia, entre jocosa, irónica y sórdida, podría funcionar como cuento.

Durante un momento se escucharon las presentaciones de dos asistentes nuevos que prometieron constancia. El primero José Zapata, estudiante de la universidad Javeriana en estudios literarios. Luego Luz Ángela, estudiante de teatro y para quien la creación de un personaje es un proceso amplio y concienzudo que abarca las reacciones y el pasado de este. Al término de esta intervención, se dio el texto de Fanny Martínez que, al principio, advirtió que no había entendido el ejercicio y que por esto era probable que no se amoldara al los requisitos. Era, en efecto, más bien una biografía demasiado enciclopédica del político Evaristo Sourdis, llena de datos del personaje pero que nunca mostró su carácter propiamente dicho.

Después de un breve espacio de charla entre todos, se le dio paso a la lectura de la tallerista Rosa Peñaranda, con su texto “Delfina Cassiani”, nombre de una amiga de infancia que conoció en el barrio Abajo de Barranquilla. Se trataba de una niña trabajadora y su lectura suscitó un silencio espeso en el auditorio, acostumbrado a escuchar de ella normalmente historias de humor. El escrito, conmovedor y vivo en general, se mostró en realidad como el de corte más clásico en términos de semblanza.

Por último, Luis Mallarino presentó su texto, llamado “Lenis”, un conjunto de originalidad y buen uso del idioma. Trató sobre una mujer que encontraba placer, no en escribir, sino en borrar. Una semblanza que según las opiniones estuvo llena de genialidad, por ser, entre otras cosas, una especie de símil entre la vida como trabajador del ser humano y la de Lenis.

Al final se leyó un cuento extraído del libro Dublineses, llamado “Eveline”, pero, a falta de tiempo, no se hicieron muchos comentarios. La tarea sigue siendo la creación de personajes a partir de hechos, según una de las máximas adoptada por el taller: “no decir sino mostrar”.

martes, 21 de julio de 2009

Borges y nosotros


Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
Jorge Luis Borges, “Borges y yo”

(Sesión del 27 de junio)
Elaborada por Christian Barandica Ruiz
Temas: Análisis, creación, argumento



No hay mejor faro que indique nuestro rumbo literario, que el maestro Jorge Luis Borges. El día de hoy, motivados por la anhelante intención de tocar tierra firme, hemos fijado nuestra vista en un análisis a la obra de este gran escritor, quien dedicó prácticamente toda su vida al oficio de las letras. Sin más preámbulos, y evitando que funestas olas ataquen nuestro barco –llamado “José Félix Fuenmayor” –, el capitán toma el mando de la tripulación, tratando de darle sentido a nuestra ruta.

Precisamente, y justo como en las embarcaciones, llega la hora de rendir cuentas: Patricia, en frente de todos los talleristas, inicia la lectura de “Acerca de mis cuentos”, donde Borges enuncia las causas y los sucesos que lo llevaron a escribir cuentos como “El Zahir”, “El libro de arena”, “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” y “Utopía de un hombre que está cansado”. Luego de discutir qué factores subconscientes o intelectuales propician la escritura de sus textos, sea la vastedad cultural del autor o la inspiración, concluimos que no existen posibilidades de escribir una obra narrativa que comprometa conocimiento si no existen bases intelectuales. Borges trata de desmentir la gran erudición con la cual lo han tildado, justificando que el combustible de su obra es la inspiración. En palabras propias, el escritor es un amanuense al cual se le dicta, que es tocado por las musas. Los marineros hemos descubierto la primera ruta trazada por Borges para ser un buen escritor: se necesita disciplina e inspiración, pasión y rigor.

Los cuentos de Borges, que son una clara evidencia de la peculiaridad del autor, trascienden las fronteras de la realidad, y sin embargo nos hipnotiza, nos deja en un letargo en el cual no sentimos que hemos viajado a una ficción que nada tiene que pedirle prestado a la fantasía. Jorge Luis Borges nos enseña que de temas triviales pueden desencadenarse obras interesantes. De esto se encarga “El Zahir”, el extraordinario texto que convierte a una moneda de veinte centavos en un objeto obsesivo para un hombre atropellado por la noticia de la muerte de su amada. El objetivo: recrear ficción sin la necesidad –casi obligatoria– de incluir seres fantásticos como unicornios y quimeras. El resultado: una pieza rayada de cobre que se convierte en un Zahir (un objeto donde se oculta Dios). La necesidad del narrador-protagonista de olvidar la muerte de un ser querido, descrita bajo una elaboración minuciosa, crean el ambiente propicio para impulsar el carácter del cuento. La insistente repetición de la presencia y ausencia del objeto lo hacen inolvidable. Tal vez los subterfugios presentes en este cuento lo obligan a que remate con la frase “quizá detrás de la moneda está Dios”.

Borges nos manifiesta que su gran erudición e imaginación aún no se agotan, y que dispone de un fino sentido crítico para mofarse de aspectos ridículos y absurdos en la vida del ser humano. En “El libro de arena”, juega un rol principal la limitación mortal ante lo infinito. Borges traslada el aspecto imperecedero de la arena al caso de un libro que no tiene una página inicial ni una final. Este cuento es, sin duda, más intrigante. La idea de las obsesiones se mantiene intacta en el autor, y aunque sea aparentemente sutil la forma como se trabaja en los traspiés de los seres humanos, desde un punto de vista filosófico y metafísico, plantea una idea sensacional. Ante esta situación continuamos nuestro rumbo bajo la siguiente indicación: a la hora de escribir, los hechos fortuitos son susceptibles de generar un relato fantástico. Se necesita sólo de destreza, imaginación y una dosis de recursos literarios apropiados.

La nave continúa su curso, y a lo lejos divisamos a “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”. En él, se tratan temas sobre la realidad y la imaginación, el idealismo y el realismo: un objeto mágico que modifica la realidad. Referente a esto, Borges habla de la recurrencia a este tipo de asuntos deslumbradores, mágicos y a la vez intrigantes. Y aquí Borges nos da claves para elaborar textos fantásticos: al fijarse en el detalle de la permanente actualización a la que deben someterse las enciclopedias, tan frecuentadas por él desde su niñez, se le ocurre que en un ejemplar de ellas hay un artículo que ninguna otra posee. Es destacable, por demás, el carácter poético del lenguaje y del idealismo que abunda en los hemisferios idílicos de Uqbar. Este cuento, que toca tangencialmente la metafísica, nos hace reflexionar que “la filosofía no es más que una rama de la literatura fantástica”. La obra fantástica de Borges es justamente eso: el reflejo de este mundo de orates encerrados en un mismo manicomio, aquella realidad artificial que supo desglosar correctamente en una gran cantidad de sus cuentos.

Por su parte, “Utopía de un hombre que está cansado” recrea el futuro, el presenta y los ideales de un hombre que considera que no merece vivir. El personaje principal, Eudoro Acevedo, visita en el futuro una finca en medio de una llanura desierta. Su anfitrión, que domina el latín a la perfección, le revela cómo es la vida en el futuro, en la que los hombres viven el tiempo que desean, prefieren la soledad y el arte. La idea del carácter ilusorio de la Tierra es muy antigua, tal vez tomada del Antiguo Testamento. Sin embargo, la originalidad con la cual Borges se atreve a remitirse a uno de los desaciertos más significativos de la humanidad nos sirve como ejemplo clave para enfrentarnos a nuestros cuentos, jugar con la realidad y decidirse a desenmascararla.
Muy lejos de la disyuntiva intelectual-vitalista en la cual oscilaba Jorge Luis Borges, los tripulantes de esta embarcación nos resolvemos en afirmar que la totalidad de su obra es una linterna que, sin ningún esfuerzo, logra iluminar a todos los navíos que ansían llegar a la costa literaria, a la producción de una verdadera literatura. Sin lugar a dudas, Borges es un autor netamente universal. Los navegantes nos acercamos a la proa de nuestra carabela, y aunque nos encontremos un poco distantes de tierra firme, cada vez la observamos más cerca.

miércoles, 15 de julio de 2009

APUNTES MÍNIMOS E INCONCLUSOS SOBRE LA LITERATURA DEL CARIBE COLOMBIANO

¿Existe una literatura regional? De ser así, ¿qué aspectos la caracterizarían y quiénes serían sus representantes? A propósito de este tema, el pasado domingo, 12 de julio, fue publicado en El Heraldo Dominical un artículo escrito por el director del Taller en el que se plantean interrogantes sobre el origen, el presente y el porvenir de nuestra literatura. Haz click en el siguiente vínculo y anímate a leerlo.

martes, 14 de julio de 2009

ASÍ ES EL CUENTO…

El Taller “José Félix Fuenmayor” inaugura el próximo sábado 18 de julio, el evento Así es el cuento...

Una vez por mes, en las instalaciones de Lunabril, se llevará a cabo la lectura de cuentos elaborados por los integrantes del Taller.

Para esta primera jornada, el evento lleva por tema

Así es el cuento… erótico



Y contará con la participación de

Mayra Mola Bandera
Patricia Lemus
Pedro Losada López
Alberto Cortés De los Reyes

Para que no te lo cuenten, entonces, te esperamos en

Lunabril
Carrera 49 # 74-44
Teléfono 3607967
El sábado 18 de julio a las 8 P. M.

El encanto de la escritura

El buen escritor no es quien carece de errores, sino quien logra encantarnos o inmiscuirnos tanto en la intriga de sus textos que no nos fijamos en ellos
(Sesión del 20 de junio)
Elaborada por Antonio Silvera Arenas
Temas: Revisión, argumento, personaje

Empezamos esta sesión con la revisión de “Erlinda”, texto de la tallerista Adela Renowitzky. Se plantearon dos clases de análisis: uno propiamente literario y otro relativo a la escritura. La diferencia entre uno y otro puede resultar muy sutil e incluso inexistente. Una frase mal escrita por causa de una preposición indebidamente usada puede afectar apenas el plano de la escritura, es decir, la redacción en términos “correctos”, pero, si en verdad está mal utilizada, si de ella depende el sentido general puede malograr totalmente el texto. Y, al revés, una “incorrección” de esta naturaleza puede ser la base sobre la que se edifica el efecto estético general del texto, por lo que sería inapropiado verla como una “incorrección”. En este último sentido, vale la pena recordar aproximadamente una frase que no sé ahora de quien proviene, pero sin duda es de alguien que sabía del asunto: “Un buen escritor no es aquel que escribe sin errores, sino el que nos encanta de tal forma con sus textos que pasamos por alto sus imperfecciones”.

Pasando al trabajo en cuestión, se advierte en principio que se refiere a más de un problema y que estos se contradicen entre sí: Erlinda aparece primero como una vieja chismosa, cuyo oficio básico consiste en atisbar lo que hacen sus vecinos para crear chismes que causan conflictos entre ellos. Este pareciera ser el tema del relato, pero luego nos enteramos que el día en que ocurren los hechos se cumple un aniversario del momento en que perdió al amor de su vida y esto es tan importante que lo primero queda relegado. Por último, encontramos que el personaje, sentado desde el comienzo a la puerta de su casa, espera el regreso del hijo, ausente, suponemos, de manera temporal. El asunto es que uno solo de estos tres problemas bastaría para crear una historia. También hay otros aspectos, como la presencia de una vela china, cuya función no está clara, ni explícita ni sugeridamente, en el texto; o una característica del amante perdido, a quien se nos presenta como un hombre de “mirada conquistadora” y con quien Erlinda “se habría llevado el mundo por delante”. En este último caso, el hecho de que sea él una especie de don Juan hace que Erlinda, más que llevarse el mundo por delante, sea otra de sus conquistas.

A estos aspectos, se sumaron otros relacionados con el uso de la coma, que algunas veces falta y, otras, sobra. Al respecto, se advirtió que si bien las reglas no son camisa de fuerza para un escritor, sí es importante que al pasarlas por alto lo haga con conocimiento de causa y en función de un efecto literario que lo justifique. Entre tanto es mejor respetarlas. Para el caso de la coma, se explicaron por lo menos tres usos: (1) inmediatamente después del complemento de una frase, cuando este aparece al comienzo de la misma y no, como debiera ser, después del predicado; (2) para señalar el punto en que se subordina una frase a otra; (3) para señalar el momento en que se coordinan dos frases. También se aludió, aunque no era el caso, a las comas que marcan los elementos de una enumeración, y, por último, a las comas parentéticas, que siempre son dos y deben colocarse una antes y otra después de una frase aclaratoria.
El taller continuó, en un segundo momento, con la lectura del ejercicio propuesto en la sesión anterior. Ahora se trataba de “estirar” el argumento de “Tatuaje”, un excelente cuento breve, escrito por el venezolano Ednodio Quintero. Leyeron en este espacio sus textos los talleristas SorayaRomero, Alberto Alandete, Katheryn Meléndez, María Rojas, Patricia Lemus y Claudia Lama Andonie.
Fue así como pasamos de versiones que optaron por precisar algún elemento en particular del argumento, como fue el espacio en el caso de Soraya. Lo destacable en general fue el carácter ilustrativo del ejercicio que, al pasar de una versión a otra, tomó cada vez mayor independencia con respecto al texto original. De modo que las versiones de María, Patricia y Claudia resultaron verdaderamente originales y, lo más importante, lograron crear una atmósfera de cuento, de verdadero cuento, explotando los distintos elementos que entran en su composición: personajes, espacio, tiempo, narración y, sobre todo, la intriga, eso, que Poe llama “unidad de impresión”.
La sesión terminó con la lectura de “El soborno”, un cuento de Jorge Luis Borges con el que empezamos a estudiar el tema del personaje.

jueves, 9 de julio de 2009

Tres condiciones y un tatuaje



(Sesión de junio 13)



Elaborada por Patricia Lemus
Temas desarrollados: Programa general, el argumento, anécdotas


Desde hace algunos años soñaba con participar en un taller de escritura creativa, incluso varias veces consideré la posibilidad de inscribirme en uno de esos talleres “on-line”, uno de los cuales me envió toda la información necesaria por correo electrónico. Pero nunca me decidí, no por falta de ganas, sino de euros. Pero, quizás sea cierto aquello de que las mejores cosas de la vida no se obtienen con dinero y hoy estoy aquí en un taller de carne y hueso, el Taller Literario José Félix Fuenmayor, que, además de ser un oasis en donde todos los participantes nos enelamos (Dante) con la diosa literatura, tiene como objetivo general: “Propiciar las condiciones necesarias para que los talleristas elaboren narraciones cargadas de valor estético”. Pero, ¿esto cómo se logra? Siguiendo el programa del taller, expuesto en la sesión por parte de nuestro director, podemos decir que se necesitan tres cosas:

• Hay que estar un poco loco, no ser esclavo de la realidad, poder en algunas ocasiones elevar los pies de la tierra.

• Tener un ingenio en particular.

• Poseer una técnica.

No es una tarea fácil, ya lo ven, como diría Cervantes: ¿Pensará vuestra merced ahora que es poco trabajo hacer un libro?

El ingenio se puede estimular aunque nada garantiza que se tendrá éxito, pero ¿quieren un consejo? Hay que leer a los maestros: Tolstoi, Dostoievski, Joyce, Marcel Proust si hablamos de novela; Whitman, Vallejo, Ruben Darío, Antonio Machado, entre otros, en el terreno de la poesía y si de cuento se trata ya habíamos mencionado antes el ABC: Las Mil y Una Noches, El Decamerón, pasando por El Libro de los Ejemplos y los Cuentos de Canterbury, hasta llegar a Poe, Maupassant, Chejov, Hemingway, Cheever y sin olvidar a Borges. Sólo con los grandes, se aprende cuál es el lugar de la literatura en la historia.

Pero hablemos ahora del género que más nos ocupa: El cuento. Dice el cuentista peruano Julio Ramón Ribeyro que un buen cuento debe conmover, intrigar, sorprender o divertir, si puede hacer las 4 cosas mucho mejor. Para ello debe contar con un argumento donde estén bien definidos los personajes, el espacio, las circunstancias. Hay que elegir el tipo de narrador; decidir cómo será la narración, lineal, circular o en espiral; saber si será un cuento realista o fantástico; incluso es bueno estar conscientes del hipotexto, es decir, reconocer aquellos textos del pasado con los cuales el nuestro posea alguna relación. Pero quizá lo más importante de un cuento sea el cierre: Convencional, abierto o simplemente sin final. Lo interesante es encontrar las palabras justas, como el de aquel escritor venezolano, Ednodio Quintero, que despierta nuestra envidia al plasmar en cuatro breves párrafos la extraordinaria historia de un tatuaje maldito y cuyo argumento —el conjunto de hechos que forman la historia, sin atención a la escritura ni a la trama— nos propusimos como tarea “estirarlo”, esto es, desarrollarlo en sus elementos constitutivos básicos: definir personajes, dotándolos de un perfil completo, y precisar los aspectos espaciales, temporales y circunstanciales que apenas se sugieren en él.

También conocimos la anécdota “Extraña petición”, elaborada por David Cabarcas, quien había quedado pendiente de presentarla en la sesión anterior. Su carácter jocoso, si bien produjo impresiones favorables, también fue objeto de algunos cuestionamientos como la expresión forzosa con que se cierra, la dilatación del comienzo y alguna situación concreta que invalidaría una expresión previa.

lunes, 29 de junio de 2009

Katia De la Cruz en la Dominical

En la pasada edición de la revista dominical del periódico El heraldo fue publicado el cuento "La última vez" de la tallerista Katia De la Cruz García. Nos alegramos con ella.

Para leerlo en la edición digital de la revista:

El viejo book

"El viejo Book" es una adaptación para radio del cuento "De lomo duro" de Pedro Losada López, realizada por Yaneth Gomez Contreras, ambos talleristas, como parte de un proyecto para llevar a la radio y la televisión adaptaciones de cuento y poesía de diferentes autores, comenzando por nuestra ciudad. Una vez escuhada la versión radial, el curioso lector puede consultar el cuento original en el pdf de Para tomar en cuento.

El viejo book



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Para tomar en cuento


"Así que el valor de esta antología no sólo está en la calidad de los textos sino en la entrega, el rigor y la templanza que han demostrado cada uno de los escritores. Enhorabuena por Barranquilla, porque es la ciudad beneficiaria de estos nuevos escritores que, con seguridad, darán que hablar en el nuevo panorama literario nacional". Cristian Valencia, escritor asociado de Renata.

Nos alegra poner a disposición de todos la edición digital de la primera publicación del Taller José Félix Fuenmayor, Para tomar en cuento, antología de cuentos 2007-2008, cuyo lanzamiento se llevó a cabo en el teatro Amira De la Rosa el año pasado y fue relanzado este año en La cueva junto con "Este verde país", antología de cuentos de Renata.
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jueves, 25 de junio de 2009

Por puro amor al arte



(Sesión del 30 de mayo)
Elaborada por Claudia Lama Andonie
Tema desarrollado: Conversatorio con Nahum Montt


Desde las ocho de la mañana hasta las doce del mediodía, “de un solo cipotazo”, el pasado sábado 30 de mayo se llevó a cabo la sesión del Taller José Félix Fuenmayor con la visita del escritor y director nacional de talleres Renata, Nahum Montt.

Pero dejemos de lado la ceremonia porque la solemnidad no estuvo presente en este encuentro matutino de vampiros ávidos de la savia y de los saberes de unos y otros, e incluso de aquellos que, aunque no físicamente, también fueron convocados como Gabo, Faulkner, Hemingway y un tal Sidni Sandoval que llegó de colado, pero que luego averiguamos era Sydney Sheldon.

Nos acompañó Nahum sin halo místico, con buen humor, espontaneidad y la disposición a compartir sus experiencias y conocimientos como escritor. Cuatro horas bastaron para darnos a conocer cada uno, colaborar, de paso, con el banco de nombres de Nahum, y recibir de él un nutricio “vómito verbal” para luego seguir trabajando, escribiendo y reescribiendo el camino que nos queda por delante a todos los que soñamos con un destino en la literatura, hasta donde nos alcance el talento, el rigor y la disciplina.

Entre lo que aprendimos de Nahum, además de conocer brevemente algo de su vida y trayectoria como escritor, nos queda:

- No se vive de la literatura, pocos pasan el umbral. Hay que buscar trabajos afines para poder dedicar tiempo a escribir.

- Las editoriales embaucan a los escritores. No es conveniente firmar contrato por lo que no se ha escrito.

- Si se escribe para complacer a un grupo en particular de gente o pensando en los concursos, uno la puede embarrar.

- El gran desafío del escritor y del periodista es trascender la carreta.

- La calidad de una obra literaria está determinada por una conjunción de factores: por un lado el rigor y la disciplina, y por el otro el talento. Además, para Nahum, el destino juega un papel importante a la hora de que un escritor alcance cierta trascendencia.

- Es muy importante leer y analizar a los grandes autores si se pretende ser escritor. Cada quien debe buscarse un autor o autores de cabecera que le provoquen y generen el deseo de escribir. A esos autores hay que leerlos para luego regresar y “saquearlos”.

- Lo importante es escribir, no importa qué. Hay que escribir y desarrollar un sentido crítico frente a lo que uno escribió. Uno debe ser el principal crítico de lo que escribe.

- A la hora de escribir sobre ciertos temas, como en el caso de la novela Lara, que se refiere a hechos históricos, son importantes la observación y la imaginación, pero a ambas las une, como puente, la investigación.

- Hay tres fases en el proceso de escribir: La primera es el “vómito verbal” que es cuando se escribe lo que se quiere contar sin tener en cuenta más que dejar registro como ayuda para la memoria. La segunda fase es la del borrador, que consiste en trabajar, reelaborar, ampliar lo que se escribió en la primera fase. La tercera fase es cuando ya se tiene un texto literario.

- El escritor como tal no tiene función social.

- Los diálogos, en las obras literarias, muestran la voz de los personajes. Hay algunos autores a los cuales vale la pena recurrir para analizar la forma como manejan los diálogos en sus obras, entre ellos están Hemingway y Saramago. También en las películas existen excelentes ejemplos de diálogos, como es el caso del diálogo inicial en la película Pulp Fiction de Tarantino.

- En una obra literaria son muy importantes los nombres que se dan a los personajes, al igual que el título de la obra, el cual debe generar interés por leerla.

Bueno, pero como todo lo que se extiende demasiado corre el riesgo de cansar y aburrir, no lo haré más en esta primera reseña de los aconteceres del Taller, no sea que me saquen el cartelito “Le queda un minuto”.

Gracias a Nahum Montt, en nombre del Taller Literario José Félix Fuenmayor de Barranquilla.

martes, 5 de mayo de 2009

RESULTADOS CONVOCATORIA TALLER LITERARIO JOSÉ FÉLIX FUENMAYOR 2009

El Taller Literario "José Félix Fuenmayor" felicita a sus nuevos integrantes:

Alberto Alandete Carballo
Hayat Akil Youssef
Luis Francisco Alarcón Noguera
Katherine Arrubla
David Cabarcas
Daniel Cadavid
Mary Calderón Bulla
César Castro Hernández
Patricia Lemus
Shirley López Jiménez
Fanny Cecilia Martínez Manotas
Katheryn Meléndez Solano
Patricia Pacheco
Adela M. Renowitzky Renowitzky
María Margarita Rojas Álvarez
Soraya Lucía Romero Donado
Sebastian Urrutia Ojeda
Dolly Vargas López

Agradecemos la puntual asistencia a la primera sesión:

Fecha: 9 de mayo de 2009
Lugar: Centro Cultural Comfamiliar
Cra. 54 # 59-167
Salón # 1
Horario: 2-6 P. M.

jueves, 16 de abril de 2009

CONVOCATORIA

El Taller Literario “José Félix Fuenmayor” convoca a la vinculación de 20 nuevos integrantes, de acuerdo con las siguientes condiciones:

• Ser mayor de 17 años o bachiller.
• Enviar hoja de vida resumida (máximo 15 líneas), con dirección electrónica, a más tardar el 30 de abril de 2009, a la siguiente dirección:
tallerjffuenmayor@hotmail.com
• Adjuntar texto literario, preferiblemente narrativo, no mayor de dos páginas (22 líneas por cada una) o, en su defecto, un escrito en el que el aspirante explique brevemente (máximo 15 líneas) la razón por la cual le gustaría hacer parte del taller.
Los resultados se darán a conocer en el blog del Taller (www.taller fuenmayor.blogspot.com) el día 5 de mayo.
• Sitio de reunión: Centro Cultural Comfamiliar
• Horario: sábados 2-6 P.M.
• Se aclara que la vinculación al taller tiene el carácter de una beca, por lo que tanto la inscripción como la efectiva vinculación de quienes resulten seleccionados carecen de costo.