jueves, 25 de abril de 2013

EL VIAJE


Por Domingo José Bolívar Peralta
(Sesión del sábado 20 de abril)

Una vez más, el viejo muchacho intentará resumir otra jornada de esta cofradía aventurera en su largo viaje. Compañeros sabatinos que durante unas cuantas horas abordan la misma nave para partir, por los siglos de los siglos, a través de rutas diferentes, hacia un solo destino: Ítaca. —¿Cómo es eso? —Así como lo digo. —Imposible. —Claro que no, es precisamente eso lo que los lleva a la nave. —Sigo sin entender. —Es que tú nunca has hecho lo que ellos hacen. Fíjate, semanalmente alguien les mirará extrañado a la vez que les dirán que malgastan el valioso tiempo en algo enteramente improductivo, inútil. —¿Acaso no lo es? —Sí, lo es; pero sin actos inútiles la vida sería hueca, totalmente inútil. —¡Dices unas cosas tan absurdas! Además, no has explicado mi pregunta inicial. —¿Cuál pregunta? —No sé por qué te aguanto. —Porque sin mí estarías muerto de aburrimiento, que es mucho peor que morir de viejo. —Eso de ir por distintas rutas cada tripulante de una misma nave… —¡Ah, fácil!  ¿Has oído de los viajes astrales? Eso es lo que consiguen al entrar a la nave. Sus cuerpos están ahí, en tanto sus espíritus recorren los horizontes y sobre las olas escriben sus notas de viaje. ¡Si leyeras lo que escriben! —¡Eso es brujería! —¡Por fin, ya lo estás entendiendo! —Ajá, ¿qué fue lo último que hicieron?

(Si hubiese atendido las reglas sobre cómo escribir bien un diálogo, habría dicho que cambiaba de posición o me levantaba de la silla y luego volvía a sentarme, gesticulaba, tomaba agua, me rascaba los huevos, miraba el piso de mi habitación y deploraba las tres semanas de mugre que acumula. Todo esto al cambiar de voz entre uno y otro interlocutor. Pero en realidad no hay uno y otro: hay uno y en el uno hay otro. Cosas de Borges.)



Seguimos estudiando la poesía lírica, de la cual podemos decir que es “evocación de experiencias a través de la palabra”, y en ella prima la emotividad, aunque también lo reflexivo o filosófico cabe en su ámbito temático, y que con el transcurrir de los siglos ha ido variando, diversificándose tanto en la forma como en el fondo. Como los autores narrativos, los autores líricos construyen uno o varios personajes para sus obras: el yo poético o yo lírico, que viene a ser el equivalente al narrador en cuentos y novelas, sin embargo este yo lírico, aunque sea un personaje ficticio, está muy cargado con las experiencias personales del autor, sus vivencias. Uno de los tripulantes de la nave, el capitán precisamente, está convencido de que la poesía lírica sólo puede ser compuesta por personas plenamente conscientes de sí mismas o que cuestionen su existencia, a lo cual llamó “conciencia poética”.

Entrando un poco más en detalle, se mencionó la poesía en prosa, que es poesía lírica mas rompe con la concepción tradicional de la misma por prescindir del verso, pero donde las imágenes metafóricas, el uso del lenguaje en el tratamiento de ciertos tonos en la expresión para los temas que se tocan, son propios de la lírica.

Por supuesto, se leyeron varios poemas para ilustrar lo que se expone en teoría. Desde poemas clásicos de la Grecia que aún no conocía la expresión “Estado en quiebra” hasta las vanguardias de principios del Siglo XX, representadas por el brasilero Manuel Bandeira. Esta poesía vanguardista es el intento (en mayor o menor grado según la corriente y el autor) de romper con la forma y el fondo tradicionales de la poesía. Una manifestación en donde el poeta que aborrece de pedestales arremete contra un mundo que lo ha convertido en un objeto exótico. Estas vanguardias tienen como antecedente la figura paterna de Charles Baudelaire y el Siglo XIX.

La poesía lírica moderna rompe con la métrica y la rima, e incluso con el ritmo, proponiendo una libertad (o libertinaje, como el nombre del poemario de Bandeira) creativa, donde no se le pongan límites a la manera de expresar lo emotivo y lo reflexivo. En cuanto al fondo, es decir los temas de que hace uso, se plantea que nada está vedado, tanto así que un motivo para escribir poemas resulta ser la poesía misma.

Como cada espíritu es libre de ir por donde crea que mejor se llega a Ítaca, uno de ellos ha tomado una ruta que le indica que los poemas existen de por sí, como de la misma sustancia quizás de los sueños, que tal vez siempre han existido, y ellos sólo esperan y escogen a quien los lleve a la materialización por medio de la tinta (o el byte). Interesante idea. Y tú dices que yo estoy loco. «Y también tu compañero». Todo esto entre un montón de cosas más.


Finalizo con quien no finalizamos ni empezamos: Borges. Leímos “Borges y yo”. «Borges también está loco, míralo allí, viéndonos con su aleph como si no estuviera ciego».

viernes, 19 de abril de 2013

VUELO DE PALABRAS


Por Paula Andrea Acosta
(Sesión del sábado 13 de Abril de 2013) 
                                                  
El comienzo del sábado 13 de abril fue igual y diferente al mismo tiempo de los anteriores, pero no sería interesante hablar de su igual, si no de su diferencia, e iniciamos diciendo la chistosa llegada de todos con un diferencia de tres minutos aproximadamente y cómo algunos, antes de decir las buenas tarde o preguntar una novedad, decían ¿llego tarde? Simultáneamente esas palabras se fueron rallando al trascurso de la espera, pero se hacía evidente el entusiasmo y la puntualidad.




De entrada, ya cuando todos estaban cómodos en las respectivas sillas, unas compañeras -les facilitaría el nombre, pero por motivos de mi mala memoria o simplemente por mi prematura llegada, se me hace algo difícil recordarlo-, en fin… Ellas muy amablemente compartieron la tarea de la sesión anterior, lo que propició la participación de todos en general. Fue un abrebocas que a todos les pareció agradable, ya que antes se sentía un ambiente tenso. Pero ahí no quedo todo, la gente siguió atenta y pendiente de lo que el profesor Silvera decía acerca de la poesía, que era el tema de la sesión. Como siempre Silvera, preparado, nos compartió un poema llamado No es más”, del poeta cubano Eliseo Diego, que contenía una definición de poesía. Es curioso y muy fascinante que un poema tan corto generara polémica, ya que los presentes lo interpretaban de muchas formas, entre esas estaba yo, defendiendo mi idea. Y de un momento a otro, las palabras eran dueñas del espacio, revoloteaban sin permiso por todo el salón,  no les importaba el frío o de quiénes venían, ni tampoco les importaba adónde tenían que ir. En medio del alboroto de palabras, se distinguían: consonantes y asonantes, verbos y sustantivos, una que otra rimaba, otra expresaba  sentimientos...  en fin…  Sin embargo es rico ver en la clase, no las polémicas obviamente, si no esa energía de la participación que nos caracteriza a todos. Aunque al final nadie supiera quién tenía la razón. Y luego, con la mente más despierta, leímos otro poema, llamado “Amor constante más allá de la muerte” del poeta español Francisco Quevedo,  igual o quizás mejor que el anterior, según mi criterio, pero igual de valorado. Un poema que también despertó las interpretaciones y la participación abundante de todos los presentes… y las palabras otra vez cobraron vida.

sábado, 13 de abril de 2013

EN EL HERALDO

Con motivo de la celebración del bicentenario de Barranquilla, el pasado 7 de abril, el diario El Heraldo, en cabeza de la periodista Fabiola Oñoro, dedicó una página de su edición al futuro de la literatura en nuestra ciudad. Gracias a ello, tuvimos la oportunidad de divulgar nuestro trabajo y de presentar algunos autores vinculados al taller que ya han dado muestras de su talento y de su compromiso con la literatura. He aquí el link.

http://www.elheraldo.co/entretenimiento/cultura/con-mas-apoyo-el-porvenir-sera-fructifero-105931

EN LA LITERATURA ES MÁS IMPORTANTE MOSTRAR QUE DECIR


Por Zaida García Maestre
(Bitácora 23 de Marzo del 2013)

La primera vez que asistí a este taller literario me pareció una experiencia enriquecedora y cada vez que asisto es un deleite para mí, y no solo para  mí, que soy nueva, sino para todos los demás asistentes que ya llevan cierto tiempo participando en él. Esto se nota cada vez que hay alguna actividad y el profesor Silvera pregunta por quiénes quieren compartir los escritos que se han traído y las miradas emocionadas surgen, tratando de no ruborizarse por la emoción de leer en público algo que se escribió en privado.


Para este sábado en particular, el profesor Silvera nos envió por correo electrónico el relato de Micer Ciappeletto, el primer cuento de El Decamerón de Giovanni Boccaccio, en el que, sin decírnoslo propiamente con esas palabras, se nos ilustra cómo este personaje es el peor hombre del mundo (y Dios que si lo es). Este relato sirvió para que nuestro tutor nos encomendara la tarea de escribir un cuento usando la misma técnica pero con un tópico diferente. Así, ya que escribir sobre la peor mujer del mundo podría herir algunas susceptibilidades en el género, él, muy sabiamente nos pidió que habláramos sobre “La mejor mujer del mundo”. Esta asignación dio muchos frutos ya que nos puso a pensar cuáles serían esas características que forjarían ese concepto y los relatos que escuchamos se convirtieron como en una guerra de los sexos. Hubo desde cortesanas redimidas, madres necesitadas y empleadas sacrificadas, hasta monjas enceguecidas de amor. Cada relato mostró diferentes puntos de vistas, propios de las personalidades de sus autores, pero en el fondo todos capturaron el mejor sentido de la mujer y por eso fueron conmovedores y llenos de  matices singulares. Es de esperarse que las inspiraciones llegaron de mujeres que tal vez conocemos como nuestras propias madres, alguna amiga y/o conocida o, por qué no, de alguna desconocida cuyo comportamiento no ha pasado desapercibido en nuestra sociedad altamente “comunicativa” de Barranquilla.

En fin, las horas se fueron como agua, y nuevamente salimos deleitados por la literatura. Otro fin de semana llegaba y otra semana comenzaba, “la Semana Mayor”, mejor conocida por nosotros como la Semana Santa. Por esa razón no habría clases el Sábado Santo, 30 de Marzo, ni tampoco, lógicamente, bitácora. Esperemos que estos días nos traigan reflexión,  reconciliación y, lo mejor, mucha inspiración.