viernes, 13 de julio de 2012

ESCRIBIR CON LAS TRIPAS

Por Patricia Lemus Guzmán

(Sesión del 7 de julio, visita de Roberto Burgos Cantor)



El reloj se acercaba a las tres de la tarde y la sesión aún no comenzaba formalmente. Algunos se entretenían leyendo y otros, menos juiciosos, hablábamos de todo, como los locos. La espera se hacía larga, así que el director del taller, Antonio Silvera, propuso la lectura del cuento “Aquí donde usted me ve”, del libro Lo Amador y Otros Cuentos. Sólo alcanzamos a leer un pequeño fragmento, cuando su autor, Roberto Burgos Cantor, hizo su aparición vestido de guayabera blanca carnestoléndica. Después de los saludos y de presentar excusas por el retraso, Burgos tomó su lugar al frente de todos, dispuesto a compartir sus anécdotas y experiencias.


¿Quién es Roberto Burgos Cantor? Fue la difícil pregunta que el profesor Silvera escogió para romper el hielo. Burgos supo esquivarla de forma inteligente, diciendo que se escribe en un intento de conocerse a sí mismo, y que el escritor debe ser verdadero y evitar los trucos. Y aunque existe el caso de Borges, que “vive de olvidarse” y es capaz de adoptar con maestría cualquier máscara, Burgos Cantor nos confesó que en ocasiones él se saca las tripas para ponérselas a sus personajes. Dijo además no tener claro el momento en que decidió escribir. En sus inicios, se sentía como un bateador sentado en la banca, esperando su turno, partido tras partido: sabía que tenía muchas cosas por decir, pero no le daban la palabra.

Su primer cuento, “La lechuza dijo el réquiem”, publicado en la revista Letras Nacionales, cuando era apenas un adolescente, surgió de una anécdota contada por un pariente, y a partir de ese momento empieza a entender que los relatos escritos nunca son iguales a los orales. Esta primera publicación significó para él, un compromiso más que una satisfacción, ya que la pregunta: “¿qué estás escribiendo ahora?”, se tornó habitual entre sus conocidos. Burgos dijo haber caído en la tentación de los concursos y aunque ganó algunos, siempre tuvo claro que lo más importante es la literatura y no las tertulias, charlas y entrevistas que rodean la vida de un escritor. Se debe escribir sin estar pendientes de quien nos lee o de si somos reconocidos o no. Precisamente, la razón principal por la que decidió radicarse en Bogotá, es que la capital le brinda el aislamiento necesario para dedicarse a escribir. En Cartagena, su ciudad natal, rodeado de amigos y familiares, esto no le sería posible; y aunque, como anotó Patricia Iriarte, éste es tal vez un precio muy alto para un escritor caribe, Burgos Cantor dijo que no se regresaría para Cartagena, ya que entonces “no sabría qué hacer con la nostalgia”.

Fue una tarde llena de historias y hubo muchas preguntas: de poesía, política, construcción de personajes y hasta de polvos. Estas son algunas de las enseñanzas que nos dejó Roberto Burgos Cantor:

• En ocasiones, se necesita una explosión para comenzar a escribir: una alegría o una tristeza profunda.
• Un escritor lee diferente a un lector común. El escritor busca en los libros a sus parientes, pero no debe casarse con ninguno de ellos.
• No todos los temas son para todos. Cada escritor debe encontrar los propios.
• Hay que tener cuidado en utilizar ciertos adjetivos que ya “pertenecen” a algunos autores.
• La libertad del escritor es fundamental. Aunque como personas podemos tener ideologías religiosas y políticas, éstas no deben contaminar nuestra escritura.
• El silencio no es una omisión, es otra manera de decir.
• Las cuatro características que debe tener un buen cuento son: singularidad, intensidad, verosimilitud y atmósfera.
• La poesía rompe la rigidez de la prosa. En una narración, la poesía es por lo general, esa parte que la hace memorable.

Cuando faltaba poco para terminar la sesión, Adolfo y Gloria no se aguantaron las ganas de leerle sus textos al escritor Roberto Burgos, quien los escuchó con atención y les hizo sus acertados comentarios.

Al final hubo firmas de libros, la rifa de un ejemplar de Lo Amador y Otros Cuentos, que ganó Daniel, el merecido aplauso de agradecimiento y, por supuesto, nuestra fotógrafa de cabecera, María Margarita, se dio gusto con su Kodak.


viernes, 6 de julio de 2012

De sueños, poemas y cuentos

Bitácora del sábado 30 de Junio
Por Isabel Cristina Acuña

Después de un puente festivo pasado por playa, brisa y mar, al calor de las conversaciones de queridos amigos, me dispongo a relatar lo sucedido el sábado en el taller.

El profesor Silvera nos presentó el libro Un País que Sonha (cien años de poesía colombiana) que contiene cuatro de sus poemas. El libro cuenta con selección y prólogo de Lauren Mendinueta y traducción al portugués por Nuno Judice, con una hermosa heliconia como portada.

Después de leer el poema “Tabaquería” de Fernando Pessoa, del libro Todos os sonhos do mundo, antología bilingüe integrada por textos de este extraordinario poeta portugués y del colombiano Porfirio Barba Jacob, de reciente aparición en Portugal y Colombia, junto con el mencionado Un pais que sonha, se habló de la selección de cuentos y poemas que irán al concurso anual de relata.

Javier San Juan leyó un cuento llamado “Mi Cielo Personal” al que los compañeros aconsejaron trabajar más, pues la idea planteada era muy interesante.

María Zambrano leyó el cuento “Qué sabremos”. Daniel Carbonell leyó el poema “Vámonos al Parque”. Viviana Vanegas leyó el cuento “Las cosas no siempre salen como uno quiere” y Mayra leyó una poseía sin título sobre la mujer.

En la competencia entraron además los poemas: “Separación de bienes” de Patricia Lemus; “Y sin embargo” de Patricia Iriarte. Se leyeron de nuevo los textos “Anillos y cadenas”, de mi autoría y “Un par de huevos”, de Claudia Lama. La pugna estuvo reñida entre los mejores relatos y poemas. Empataron los poemas “Vámonos al parque” y “Separación de bienes”. Los cuentos finalistas fueron “Un par de huevos” y “Las cosas no salen siempre como uno quiere”. El profesor Silvera tomará la decisión final.

Al poco rato de la selección, Adolfo leyó el cuento “El cielo escarlata”, un relato fantástico muy bien elaborado. Estos días, ayer para ser más exacta, esperando turno en una entidad para que me atendieran lo encontré en mi bolso y volví a degustarlo. Está muy bien escrito, con un lenguaje impecable y bien manejado.

Patricia Iriarte leyó al final un hermoso relato llamado “La máquina de hacer helados”, el texto es muy delicado con unas descripciones muy bellas.

Nos vemos el viernes en la charla de Roberto Burgos Cantor.

martes, 3 de julio de 2012

Nos visita Roberto Burgos Cantor


Esta semana contaremos con la visita de Roberto Burgos Cantor, como escritor asociado de la Red Relata.

El viernes 6 de Julio estará visitando el taller Maskeletras de 2:00 a 5:00 P.M. Y el mismo día ofrecerá una charla abierta al público sobre "La vocación del escritor", en la sala múltiple del Teatro Amira de la Rosa a las 6:30 P.M.

El sábado 7 de julio nos acompañará en la sesión habitual del Taller José Félix Fuenmayor de 2:00 a 6:00 P.M.

El escritor Roberto Burgos Cantor, nacido el 4 de Mayo de 1948 en la ciudad de Cartagena. Es autor de las novelas: El patio de los vientos perdidos, El vuelo de la paloma, Pavana del ángel, La ceiba de la memoria y Ese silencio. Además, las colecciones de cuentos: De gozos y desvelos, Quiero es cantar, Juegos de niños, Una siempre es la misma y Lo Amador y otros cuentos. Sus obras se caracterizan por la originalidad de las estructuras, en la narración y la búsqueda constante del amor.