Por Adolfo Ceballos
Día 1 (Marzo 06 de 2010)
A las dos y treinta de la tarde, en las instalaciones del Centro Cultural Comfamiliar, ubicado frente al parque ‘Los Fundadores’, sobre la carrera 54 en la ciudad de Barranquilla, se dio inicio a la primera sesión del Taller Literario ‘Felix Fuenmayor’ liderado por el profesor Antonio Silvera.
Fue una jornada caracterizada por la timidez del primer encuentro, pues acudieron los nuevos talleristas, escogidos de un numeroso grupo que participó en una convocatoria virtual, publicada en el Blog del Taller, adscrito a la red de Talleres de Escritura Creativa RENATA. Superada esta etapa, el profesor Silvera explicó la dinámica y metodología del Taller, encaminado a mejorar las aptitudes literarias de sus participantes, además del obvio fomento a la cultura de las letras a nivel local. Así pues, se indicó de manera muy clara que los participantes no sólo acudían para escribir, sino también para leer, y esto implicaba una serie de autores clásicos y modernos, quienes han determinado la herencia literaria de la cual deben nutrirse los nuevos escritores.
Día 1 (Marzo 06 de 2010)
A las dos y treinta de la tarde, en las instalaciones del Centro Cultural Comfamiliar, ubicado frente al parque ‘Los Fundadores’, sobre la carrera 54 en la ciudad de Barranquilla, se dio inicio a la primera sesión del Taller Literario ‘Felix Fuenmayor’ liderado por el profesor Antonio Silvera.
Fue una jornada caracterizada por la timidez del primer encuentro, pues acudieron los nuevos talleristas, escogidos de un numeroso grupo que participó en una convocatoria virtual, publicada en el Blog del Taller, adscrito a la red de Talleres de Escritura Creativa RENATA. Superada esta etapa, el profesor Silvera explicó la dinámica y metodología del Taller, encaminado a mejorar las aptitudes literarias de sus participantes, además del obvio fomento a la cultura de las letras a nivel local. Así pues, se indicó de manera muy clara que los participantes no sólo acudían para escribir, sino también para leer, y esto implicaba una serie de autores clásicos y modernos, quienes han determinado la herencia literaria de la cual deben nutrirse los nuevos escritores.


De esta forma, el primer compromiso propuesto

Finalmente, se dejó como compromiso para los talleristas crear narraciones o poemas en los que se pueda apreciar el equilibrio literario que plantea S. Heaney.
Día 2 (Marzo 13 de 2010)
Tal como se había establecido en la sesión anterior, los talleristas compartieron sus creaciones literarias con los propósitos literarios planteadas en ella. La dinámica consistió en que el autor(a) leía su relato o poema, y posteriormente el resto del grupo compartía su análisis del texto. Después de escuchar las opiniones y críticas, el autor(a) tenía el uso de la palabra para manifestar sus puntos de vista al respecto. Esta actividad se llevó gran parte de la sesión.
Después el profesor Silvera compartió apartes de la obra titulada ‘Short Story Writers & Short

Día 3 (Marzo 20 de 2010)
De acuerdo con el compromiso de la sesión pasada, los talleristas hicieron lectura de dos


Luego de leer ambos relatos se llegaron a las siguientes conclusiones:
1. Ambas narraciones tienen temáticas sospechosamente similares, lo cual puede llevar a múltiples interpretaciones del por qué de estas coincidencias.
2. Las narraciones logran entretener y cautivar al lector, de principio a fin.
3. El final de ambos relatos no busca ser ‘efectista’. Simplemente es el desenlace natural que deviene de los acontecimientos de la narración.
4. Ambos autores logran la participación del lector a través de la descripción de los acontecimientos, sin entrar de lleno en los pensamientos y sentimientos de los personajes, dejándose –aparentemente– llevar por ellos. Es decir, utilizan la sugestión –de sugerir–, más que la indicación puntual de lo que ellos desean, dejando así un margen para la interpretación subjetiva del lector.
5. En ambos relatos, el uso del lenguaje es preciso para describir las circunstancias de los personajes y su entorno, utilizado como herramienta para mostrar, logrando así involucrar al lector. Por lo que no hay un desperdicio del lenguaje. No exageran, ni se detienen en descripciones innecesarias o redundantes.
6. De esta forma ambos narradores no juzgan las motivaciones o conductas de los personajes, dejándolo en manos del lector. Simplemente se limitan a mostrar los acontecimientos; el resto lo aporta el lector.
Finalmente, quedó como compromiso el que los talleristas intentaran crear historias donde se haga algo parecido. Es decir, tomar el argumento de una conocida narración y reinterpretarla convirtiéndola en una historia propia, con desenlaces diferentes.