viernes, 7 de agosto de 2009

Más frases para tomar en cuento

Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.
Augusto Monterroso

El novelista no debe alardear. Se es culto y punto. Se es inculto y no hay nada que hacer. Ningún disfraz es valioso. Ni la ignorancia ni la cultura pueden mimetizarse. Emergen solas, cuando menos se les espera. Son autosuficientes.
Héctor Rojas Herazo

A menudo oímos hablar de escritores que se engrandecen con su tema, aunque este parezca harto común. ¿Qué me ocurriría a mí al escribir sobre este leviatán? Inconscientemente mi caligrafía se expande en mayúsculas de letreros. ¡Denme una pluma de cóndor! ¡Denme el cráter del Vesubio como tintero! ¡Sostengan mis brazos, amigos! Porque en el simple acto de escribir mis pensamientos sobre este leviatán, esos pensamientos me agotan, me consumen con la extensión de su envergadura, como si quisieran incluir todo el ámbito de las ciencias y todas las generaciones presentes, pasadas y futuras de ballenas, hombres, mastodontes, con todos los imperios terrestres y del universo entero. ¡Tal es la virtud magnificadora de un tema inmenso y libre! Crecemos con su volumen. Para producir un gran libro hay que elegir un gran tema. Nadie podrá escribir nunca ninguna obra grande y perdurable sobre las pulgas, aunque muchos lo hayan intentado.
Herman Melville, Moby Dick (Cap. CIV)

No debemos olvidar que los grandes maestros de la prosa fueron casi todos poetas, unos públicamente, otros en el secreto de la intimidad, y es lo cierto que la buena prosa se escribe pensando en la poesía. La prosa está en cortés y continua guerra con el verso, y todo su encanto consiste en huir de la poesía y contradecirla: cualquier abstracción ha de ser expresada en tono burlón, como embromando a la poesía, y cada sequedad y cada frialdad de la prosa debe producir a la amable diosa de los versos un interesante desconsuelo; a veces hay aproximaciones y reconciliaciones entre ambos, pero siempre van seguidos de un repentino retroceso y una carcajada.
Friedrich Nietzsche


El que sabe que es profundo se esfuerza en ser claro, el que quiere parecer profundo al vulgo se esfuerza en ser oscuro, pues el vulgo tiene por profundo todo aquello cuyo fondo no alcanza a comprender: ¡es tan miedoso y tan opuesto a meterse en el agua!
Friedrich Nietzsche

No se quiere siempre ser comprendido cuando se escribe; a veces se desea no ser comprendido. Y no hace desmerecer a un libro el que haya alguno a quien parezca incomprensible; quizá entre las intenciones del autor figuró la de no ser comprendido por alguien. Todo ingenio distinguido y dotado de gustos distinguidos elige sus oyentes cuando quiere comunicarse, y al elegirlos se guarda de los demás. Las reglas sutiles del estilo tienen ahí su origen: alejan, crean distancias, prohíben la entrada, al par que abren los oídos de aquellos con quienes tenemos parentesco.
Friedrich Nietzsche

¿Qué es la originalidad? Ver algo que todavía no tiene nombre, que no puede ser denominado, aunque esté delante de todos los ojos. Dada la manera de ser de las gentes, el nombre es lo que hace visibles las cosas. Los hombres originales suelen ser los que dan los nombres.
Friedrich Nietzsche

El poeta que no sea realista va muerto. Pero el poeta que sea solo realista va muerto también. El poeta que sea solo irracional será entendido sólo por su persona y por su amada, y esto es bastante triste. El poeta que sea sólo un racionalista, será entendido hasta por los asnos, y esto es también bastante triste. Para tales ecuaciones, no hay cifras en el tablero, no hay ingredientes decretados por Dios ni por el Diablo, sino que estos dos personajes importantísimos mantienen una lucha dentro de la poesía, y en esta batalla vence uno y vence otro, pero la poesía no puede quedar derrotada.
Pablo Neruda

Yo no creo en la originalidad. Es un fetiche más de nuestra época de vertiginoso derrumbe. Creo en la personalidad a través de cualquier lenguaje, de cualquier forma, de cualquier sentido de la creación artística. Pero la originalidad delirante es una invención moderna y una engañifa electoral.
Pablo Neruda

Creo en la espontaneidad dirigida. Para esto se necesitan reservas que deben estar siempre a disposición del poeta, digamos en su bolsillo, para cualquier emergencia. En primer término, la reserva de observaciones formales, virtuales, de palabras, sonidos o figuras, esas que pasan cerca de uno como abejas. Hay que cazarlas de inmediato y guardarlas en la faltriquera. Yo soy muy perezoso en este sentido, pero sé que estoy dando un buen consejo. Maiakovski tenía una libretica y acudía incesantemente a ella. Existe también la reserva de emociones. ¿Cómo se guardan estas? Teniendo conciencia de ellas cuando se producen. Luego, frente al papel, recordaremos esa conciencia nuestra, más vivamente que la emoción misma.
Pablo Neruda

1 comentarios:

Patricia Lemus dijo...

Me gusta la frase de Hector Rojas Herazo y la reserva de emociones de la que habla Neruda.