Los crucificados
resucitarán (no hacerlo sería traición)
Tarea: Escribir un texto imaginativo sobre Judas Iscariote;
usar nuestra creatividad, para reinventar la historia, o contarla de otro modo.
La idea fue propuesta el 20 de febrero pasado, por el director del Taller,
Antonio Silvera.
Esta bitácora empezará por los hechos del 20 de febrero.
Sucintamente, esto fue lo que ocurrió:
Hubo una presentación de los nuevos cofrades (este año
empieza con un grupo inusualmente numeroso, desde que este servidor hace parte
del Taller). Luego, el médium Silvera (médium, porque es el encargado de
invocar personajes; tocar las puertas de los arcanos recintos del más allá y del
más acá, donde residen los espíritus chocarreros, flemáticos y graves de la
Literatura Universal) explicó la metodología y objetivos del Taller (misión –
visión, para los insulsos corporativos). Para esto último, tomó como pretexto
un poema de uno de esos espíritus, Nikolai Gumiliov; el poema se llama “Mis
lectores”. Fuimos lectores, con los ojos y con los oídos, de Gumiliov, y
terminada la lectura, vino la reflexión, la exégesis del poema, lo que propone
el poeta (el ruso y el colombiano) y la pregunta ¿qué es un escritor? Como para
redondear la idea, Antonio nos presentó a Robert Browning a través de Jorge
Luis Borges (y a la inversa, como si se tratara de un espejo), en el poema
“Browning resuelve ser poeta”. En este poema se halló el pretexto para la tarea
que varios de los compañeros presentamos el sábado 27: Judas, la traición.
Así que el sábado, 27 de febrero del año 2.016, nos
reunimos otra vez en el lugar habitual. Ya el aire acondicionado no ronronea
como colosal gato, pero algunos se quejan del frío antártico que hace (la
Literatura, muchas veces, parte de insatisfacciones) en la pequeña aula. Creo
que son efectos del recalentamiento global.
Insatisfechos quedamos con nuestros textos. Los Judas, las
traiciones, las pasiones, resurrecciones e insurrecciones (porque hubo un cura,
pionero del movimiento “sotanil” de la “teología de la liberación” –amor
eficaz– que fue al monte a pelear por el prójimo, es decir el jodido pueblo
raso. De este cura se conmemora –algunos prefieren el verbo celebrar– en este
año, cincuenta años de su muerte, y nada que viene el “reino de los cielos” o
al menos “la revolución”).
Sin embargo, para ser justos, hubo algunos textos más
afortunados en la idea y la construcción. Un poema que mostró a un Judas
amoroso (sospechosamente amoroso) dispuesto a “cargar su cruz” por Jesús. Otro
en el que se lleva a Jesús por tierras de India, para aprender de los gurús las
grandes doctrinas, y Judas confesándonos todo esto, y sus propios dilemas.
Compañeros: ahora toca decir que si no el peor, uno de los
peores textos fue el mío. Difícil de seguir el hilo (un plato de espaguetis),
pretencioso, y para colmos inconcluso. Me disculpo por hacerles pasar tan mal
momento, je je.
Nos vemos el próximo sábado. No se olviden de escuchar
a Juan José Millás, quien habla sobre “Las palabras”. Este video se encuentra
en Youtube.
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