Por Adolfo Ceballos
Día 1 (Marzo 06 de 2010)
A las dos y treinta de la tarde, en las instalaciones del Centro Cultural Comfamiliar, ubicado frente al parque ‘Los Fundadores’, sobre la carrera 54 en la ciudad de Barranquilla, se dio inicio a la primera sesión del Taller Literario ‘Felix Fuenmayor’ liderado por el profesor Antonio Silvera.
Fue una jornada caracterizada por la timidez del primer encuentro, pues acudieron los nuevos talleristas, escogidos de un numeroso grupo que participó en una convocatoria virtual, publicada en el Blog del Taller, adscrito a la red de Talleres de Escritura Creativa RENATA. Superada esta etapa, el profesor Silvera explicó la dinámica y metodología del Taller, encaminado a mejorar las aptitudes literarias de sus participantes, además del obvio fomento a la cultura de las letras a nivel local. Así pues, se indicó de manera muy clara que los participantes no sólo acudían para escribir, sino también para leer, y esto implicaba una serie de autores clásicos y modernos, quienes han determinado la herencia literaria de la cual deben nutrirse los nuevos escritores.
Día 1 (Marzo 06 de 2010)
A las dos y treinta de la tarde, en las instalaciones del Centro Cultural Comfamiliar, ubicado frente al parque ‘Los Fundadores’, sobre la carrera 54 en la ciudad de Barranquilla, se dio inicio a la primera sesión del Taller Literario ‘Felix Fuenmayor’ liderado por el profesor Antonio Silvera.
Fue una jornada caracterizada por la timidez del primer encuentro, pues acudieron los nuevos talleristas, escogidos de un numeroso grupo que participó en una convocatoria virtual, publicada en el Blog del Taller, adscrito a la red de Talleres de Escritura Creativa RENATA. Superada esta etapa, el profesor Silvera explicó la dinámica y metodología del Taller, encaminado a mejorar las aptitudes literarias de sus participantes, además del obvio fomento a la cultura de las letras a nivel local. Así pues, se indicó de manera muy clara que los participantes no sólo acudían para escribir, sino también para leer, y esto implicaba una serie de autores clásicos y modernos, quienes han determinado la herencia literaria de la cual deben nutrirse los nuevos escritores.
Se mencionó de manera muy puntual la obra El Decamerón, de Giovanni Boccaccio, escrita en 1348, la cual es tomada como una recopilación de historias, y en este sentido es una de las precursoras del cuento literario. Otros nombres memorables fueron mencionados como Faulkner, García Márquez, entre otros. Y principalmente se mencionó el caso de la obra árabe ‘Las Mil y Una Noches’ (Alf layla wa-layla), célebre recopilación de historias del Oriente Medio medieval, encarnada por la narradora Scheherezada, donde éstas surgen una de otra, es decir, al contarse uno de los cuentos de repente surge otro y ese otro crea otro cuento hasta que termina el primero, como cajas encerradas en otras cajas.
De esta forma, el primer compromiso propuesto para los talleristas es leer ambas obras con el propósito de analizarlas y enriquecer las cualidades narrativas de los participantes. Así mismo, se distribuyó un copia del discurso de recibimiento del Premio Nóbel de Literatura del escritor-poeta Seamus Heaney en 1995, titulado ‘Acreditando la poesía’, donde éste expresa no sólo sus observaciones acerca de la importancia socio-cultural de la poesía, sino que también lleva de la mano al lector a través de un recorrido por sus vivencias personales en su Irlanda natal, enmarcada por la guerra subversiva del IRA y las repercusiones morales –en la sociedad civil–, de sus acciones militares frente a las fuerzas Inglesas, que caracterizaron gran parte del siglo XX. El autor comparte sus conflictos internos, que eran también los de su comunidad, y cómo ha procurado equilibrar en su obra, la belleza lírica de la poesía, como forma de expresar el horror de la pobreza y la violencia que ha convulsionado a su país, sin caer en los extremos de ‘embellecer’ las vivencias ni descarnar innecesariamente los hechos. Los tarrelistas leyeron y analizaron no sólo el discurso de S. Heaney, sino también algunos poemas anexos, donde se muestra el propósito literario del autor.
Finalmente, se dejó como compromiso para los talleristas crear narraciones o poemas en los que se pueda apreciar el equilibrio literario que plantea S. Heaney.
Día 2 (Marzo 13 de 2010)
Tal como se había establecido en la sesión anterior, los talleristas compartieron sus creaciones literarias con los propósitos literarios planteadas en ella. La dinámica consistió en que el autor(a) leía su relato o poema, y posteriormente el resto del grupo compartía su análisis del texto. Después de escuchar las opiniones y críticas, el autor(a) tenía el uso de la palabra para manifestar sus puntos de vista al respecto. Esta actividad se llevó gran parte de la sesión.
Después el profesor Silvera compartió apartes de la obra titulada ‘Short Story Writers & Short Stories’ del crítico y teórico literario estadounidense Harold Bloom, quien compila los autores y obras que considera más representativas del género narrativo corto. Lista que fue analizada por los talleristas. Finalmente, se repartió una copia de dos relatos cortos, uno de Antón Chehjov, y otro de Joaquim Machado de Assís, quedando como compromiso leerlas y analizarlas.
Día 3 (Marzo 20 de 2010)
De acuerdo con el compromiso de la sesión pasada, los talleristas hicieron lectura de dos narraciones propuestas por el profesor Silvera: La primera se titulaba ‘La mujer del boticario’ –Аптекарша–, del autor ruso Antón Chéjov, escrita en 1886, que trata acerca de la joven esposa de un tosco boticario, quien en una desvelada noche recibe a dos visitantes inesperados, mientras arriba del local duerme su marido.
La segunda historia se titula ‘Misa de gallo’, de Joaquim Machado de Asís, autor brasileño, considerado el padre del ‘realismo’en Brasil y casi contemporáneo de A. Chéjov, la cual trata acerca de un adolescente del siglo XIX, quien esperando hasta muy tarde acudir a la llamada misa de gallo, tiene un encuentro muy extraño con la señora de la casa donde se hospeda, también joven y casada con un esposo indiferente.
Luego de leer ambos relatos se llegaron a las siguientes conclusiones:
1. Ambas narraciones tienen temáticas sospechosamente similares, lo cual puede llevar a múltiples interpretaciones del por qué de estas coincidencias.
2. Las narraciones logran entretener y cautivar al lector, de principio a fin.
3. El final de ambos relatos no busca ser ‘efectista’. Simplemente es el desenlace natural que deviene de los acontecimientos de la narración.
4. Ambos autores logran la participación del lector a través de la descripción de los acontecimientos, sin entrar de lleno en los pensamientos y sentimientos de los personajes, dejándose –aparentemente– llevar por ellos. Es decir, utilizan la sugestión –de sugerir–, más que la indicación puntual de lo que ellos desean, dejando así un margen para la interpretación subjetiva del lector.
5. En ambos relatos, el uso del lenguaje es preciso para describir las circunstancias de los personajes y su entorno, utilizado como herramienta para mostrar, logrando así involucrar al lector. Por lo que no hay un desperdicio del lenguaje. No exageran, ni se detienen en descripciones innecesarias o redundantes.
6. De esta forma ambos narradores no juzgan las motivaciones o conductas de los personajes, dejándolo en manos del lector. Simplemente se limitan a mostrar los acontecimientos; el resto lo aporta el lector.
Finalmente, quedó como compromiso el que los talleristas intentaran crear historias donde se haga algo parecido. Es decir, tomar el argumento de una conocida narración y reinterpretarla convirtiéndola en una historia propia, con desenlaces diferentes.